Comerciante de Williams acusa discriminación de ferry para transportar carga desde Punta Arenas
31 enero, 2014
Tabsa niega cualquier tipo de discriminación y asegura que el perjuicio es causa de un atraso en la carga del material por parte de la aludida y de una falta de espacio. Asegura que durante meses se ha repetido el mismo problema y que el día de ayer fue “el colmo del abuso”.
Así lo indicó Mirta Gaete Zúñiga, dueña del supermercado Simón y Simón de Puerto Williams, al saber que “nuevamente” su carga de bebidas había quedado fuera de la nave -perteneciente a la empresa Tabsa- que la llevaría hasta la capital de Cabo de Hornos para abastecer su negocio. Enfatiza que el problema radica en la prioridad que la compañía transbordadora le otorgaría a las cargas de empresas constructoras y principalmente de la Armada radicada en la zona, las que, a juicio de la comerciante, ocupan todo el espacio disponible para carga en la embarcación, en desmedro de los pequeños negociantes quienes, además, cuentan con un subsidio estatal para el traslado de su mercadería. Según Gaete, esta situación se viene repitiendo desde hace meses, señalando que hasta hace poco tiempo supo que no era la única afectada y que otros comerciantes de Williams han sufrido el mismo perjuicio, sin embargo, ha sido la única que ha presentado un reclamo formal a través del gobernador de la provincia Antártica Chilena, Nelson Cárcamo, quien envió una carta a la empresa solicitando incorporar la carga en el traslado del día de ayer. En palabras de Mirta: “Nuestra mercadería ha quedado afuera reiteradas veces. Somos varios los pequeños comerciantes de Puerto Williams que sufrimos esta discriminación y cuando no trasladan nuestra mercadería, eso significa que no la vamos a recibir hasta la próxima semana”, señala, recalcando que la causa es “que se le da prioridad a las constructoras y la Armada en desmedro nuestro”. Agrega que el subsidio marítimo asignado durante el gobierno de Michelle Bachelet para beneficiar a la población de Williams en el traslado de su mercadería, queda prácticamente invalidado. “Acá se ganó un subsidio marítimo para la población civil de Williams y la Armada, teniendo buques propios, lleva toda su mercadería gratis en el ferry, trasladando una gran cantidad de productos para ellos y dejando desabastecidos al resto. Esto es un abuso, no puede ser que la Armada haga esto, teniendo sus propias embarcaciones”. Al respecto, asegura que otros comerciantes de Puerto Williams, como los dueños del Supermercado Temuco y el pequeño empresario y ex alcalde de la ciudad, José Soto Passek, también se han visto perjudicados en estos traslados, sufriendo el perjuicio económico que esto significa. Tabsa: “No hay discriminación” Al ser consultada al respecto, la Transbordadora Austral Broom rechazó la queja, asegurando que no hay ningún tipo de discriminación y que el problema se generó porque la carga de Mirta no habría llegado a la hora del embarque, agregando que la capacidad de la nave es limitada. Según Vania González, encargada del Departamento de Reservas de Tabsa, “la capacidad de carga a Williams es limitada, no es un ferry tan grande y quizá, lo que ocurre es que ella llega muy tarde o cerca de la hora de cierre y el ferry ya está lleno (…) lo que ocurrió hoy (ayer) es que no se le cargó en un principio, porque ella llegó fuera del horario y no había más espacio, pero no es un tema de discriminación hacia nadie. Si hay espacio se carga y si no hay espacio, no se puede no más, pero no hay un tema de discriminación hacia ningún pasajero”. Estas declaraciones fueron rechazadas con anterioridad por Mirta Gaete, quien aseguró que su carga estuvo esperando desde las 11 horas, insistiendo en el problema que se repite en el tiempo, habiendo otros perjudicados. El problema que perciben los comerciantes es la nula posibilidad de reservar su cupo, dado que las reservaciones sólo se gestionan con cargas de gran volumen, por tanto, los pequeños quedan relegados a la capacidad que dejan disponibles estos grandes cargamentos, lo que generaría en definitiva, la imposibilidad de acceder a la nave. Ante esto, González negó la posibilidad de asegurar un espacio a los pequeños comerciantes, ante lo cual éstos quedarían nuevamente a merced de la suerte, haciendo un llamado a “tratar de adelantar la carga, no dejarla para última hora” a fin de evitar estos problemas.