Desde que Internet se ha ido convirtiendo en una herramienta cada vez más influyente y determinante para las comunicaciones y para la transmisión de datos, los servicios de Internet han pasado a constituirse en una necesidad cada vez más masiva e imprescindible, para la actividad económica, para la educación, para la gestión de los servicios públicos y el funcionamiento de las empresas.
Internet ya no es un lujo y se ha convertido en una necesidad. Es ahora una necesidad social.
Desde una perspectiva geopolítica, Internet es una plataforma fundamental para garantizar que se acorten los tiempos de decisión, y para que se acerquen los lugares y territorios. En la realidad cotidiana, siempre desde una perspectiva geopolítica, la proximidad que otorga la comunicación virtual asegura que se acorten las distancias.
Una llamada telefónica –gracias a la comunicación satelital- permite un habitante de Punta Arenas, hablar con alguien en Nueva Zelandia, en Sao Paulo, en Nueva York, en Arica…y por lo tanto, las relaciones humanas adquieren una nueva dimensión de “cercanía que acorta la lejanía”.
Desde una perspectiva ciudadana y desde el punto de vista de los avances tecnológicos hoy conocidos, las características más importantes y requeridas del servicio de Internet son la velocidad de carga y descarga. Si habláramos de calidad del servicio diríamos que la velocidad de la transmisión de datos es el criterio más importante y deseado por las personas o usuarios.
La conectividad virtual o digital, se aprecia en Magallanes de distinta manera: no es lo mismo conectarse en Punta Arenas, en San Gregorio, en Cerro Sombrero o en Puerto Williams.
Diríamos además que en Magallanes, la calidad del servicio de Internet, que se denomina de banda ancha, adolece de serios problemas, de donde resulta que los magallánicos tenemos perfecto derecho a decir que el servicio que nos venden las compañías es más bien de “banda angosta”. La cobertura de Internet y de la señal telefónica en Magallanes se ha ido ampliando, pero un hay zonas y territorios en la extensa geografía austral donde los celulares no alcanzan a recibir.
En el caso particular de Puerto Williams, por ejemplo, un problema recurrente es la lentitud del servicio de Internet. Cuando el servicio de Internet es lento, se pierden datos, se pierde tiempo, se pierde resolutividad de los problemas y necesidad. Los habitantes de Williams sienten el aislamiento relativo y la falta de conectividad adecuada, también a través de la lentitud del servicio de internet que cancelan mensualmente.
Cuando el servicio de Internet es lento, parece que la carta en papel enviada por correo es un retroceso al pasado y una forma de no avanzar a la modernidad, cuando el siglo XXI nos invade por todos lados.