



Los bosques actúan como verdaderos pulmones planetarios por su enorme capacidad de absorber dióxido de carbono (CO2), uno de los principales contaminantes del mundo y gran responsable del calentamiento global. Aunque Chile (junto con Argentina) posee las mayores extensiones de bosques templados lluviosos y subantárticos del hemisferio sur, nadie sabe con exactitud cuál es su capacidad de absorción de CO2.